Lecturas del domingo 22 de mayo 2022

¡Oh Rey de las naciones y deseado de los pueblos, piedra angular de la Iglesia, que haces de dos pueblos uno solo, ven y salva al hombre que formaste del barro de la tierra!

ANTÍFONA DE ENTRADA Sal 23, 7

¡Puertas, ábranse de par en par; agrándense portones eternos, porque va a entrar el rey de la gloria!

ORACIÓN COLECTA

Señor Dios, que mirando al hombre caído en la muerte del pecado, quisiste rescatarlo con la llegada de tu Unigénito, concede, a quienes confesamos con humilde fervor su encarnación, que merezcamos también gozar de la compañía de nuestro Redentor. Él, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios por los siglos de los siglos.

PRIMERA LECTURA

[Ana dio gracias por el nacimiento de Samuel.]
Del primer libro de Samuel 1, 24-28
En aquellos días, Ana llevó a Samuel, que todavía era muy pequeño, a la casa del Señor, en Siló, y llevó también un novillo de tres años, un costal de harina y un odre de vino. Una vez sacrificado el novillo, Ana presentó el niño a Elí y le dijo: "Escúchame, señor: te juro por mi vida que yo soy aquella mujer que estuvo junto a ti, en este lugar, orando al Señor. Este es el niño que yo le pedía al Señor y que él me ha concedido. Por eso, ahora yo se lo ofrezco al Señor, para que le quede consagrado de por vida". Y adoraron al Señor. Palabra de Dios.

SALMO RESPONSORIAL 1 Sam 2, 1.4-5. 6-7. 8abcd

R. Mi corazón se alegra en Dios, mi salvador. Mi corazón se alegra en el Señor, en Dios me siento yo fuerte y seguro. Ya puedo responder a mis contrarios, pues eres tú, Señor, el que me ayuda. R. El arco de los fuertes se ha quebrado, los débiles se ven de fuerza llenos. Se ponen a servir por un mendrugo los antes satisfechos; y sin tener que trabajar, pueden saciar su hambre los hambrientos. Siete veces da a luz la que era estéril y la fecunda ya dejó de serlo. R. Da el Señor muerte y vida, deja morir y salva de la tumba; él es quien empobrece y enriquece, quien abate y encumbra. R. Él levanta del polvo al humillado, al oprimido saca de su oprobio, para hacerlo sentar entre los príncipes en un trono glorioso. R.

ACLAMACIÓN ANTES DEL EVANGELIO

R. Aleluya, aleluya. Rey de las naciones y piedra angular de la Iglesia, ven a salvar al hombre, que modelaste del barro. R. Aleluya.

EVANGELIO

[Ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede.]
Del santo Evangelio según san Lucas 1, 46-56
En aquel tiempo, dijo María: "Mi alma glorifica al Señor y mi espíritu se llena de júbilo en Dios, mi salvador, porque puso sus ojos en la humildad de su esclava. Desde ahora me llamarán dichosa todas las generaciones, porque ha hecho en mí grandes cosas el que todo lo puede. Santo es su nombre, y su misericordia llega de generación en generación a los que lo temen. Ha hecho sentir el poder de su brazo: dispersó a los de corazón altanero, destronó a los potentados y exaltó a los humildes. A los hambrientos los colmó de bienes y a los ricos los despidió sin nada. Acordándose de su misericordia, vino en ayuda de Israel, su siervo, como lo había prometido a nuestros padres, a Abraham y a su descendencia, para siempre". María permaneció con Isabel unos tres meses y luego regresó a su casa. Palabra del Señor.

REFLEXIÓN: El «Magnificat», inspirado en el célebre “cántico de Ana” –como nos lo recuerda hoy muy oportunamente el Salmo Responsorial– es la celebración gozosa que resume toda la historia de la salvación. Este cántico es, además, un maravilloso y ejemplar himno de gratitud. María confiesa que Dios ha hecho grandes cosas en ella, pero, al mismo tiempo, expresa la plena conciencia de su pequeñez. La «ley de la gracia» que se realiza en María tiene una validez universal. Sólo quien es consciente de su radical pobreza podrá ser enriquecido con semejantes e inmerecidos bienes celestiales.

ORACIÓN SOBRE LAS OFRENDAS

Llenos de confianza en tu bondad, acudimos, Señor, ante tu santo altar trayéndote nuestros dones, a fin de que, purificados por tu gracia, quedemos limpios por los mismos misterios que celebramos. Por Jesucristo, nuestro Señor.

ANTÍFONA DE LA COMUNIÓN Lc 1, 46-49

Proclama mi alma la grandeza del Señor, porque ha hecho en mí maravillas el Todopoderoso.

ORACIÓN DESPUÉS DE LA COMUNIÓN

Que la participación de tus sacramentos, Señor, nos llene de fortaleza, para que merezcamos salir al encuentro del Salvador, que está por llegar, acompañados por nuestras buenas obras, y así nos hagamos dignos del premio de la eterna felicidad. Por Jesucristo, nuestro Señor.

Bienvenidos sean todos ustedes, hermanos y amigos. Les deseamos paz y alegría de parte del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. 

Estamos en el Sexto Domingo de Pascua. La liturgia de la Palabra de hoy nos  prepara para la venida del Espíritu Santo, que es “la memoria viva” de Jesús. El Espíritu Santo vivifica a Jesús en nosotros. Y con un Dios vivo en el corazón, todo cambia, todo tiene sentido, todo se llena de paz. Con un Dios vivo en el corazón, cada creyente se convierte en un cielo en la tierra. Abrámonos al Dios de la paz, al Dios que quiere venir a vivir en nosotros.

MONICIÓN PRIMERA LECTURA (Hechos 15,1-2.22-29)

¿Qué hay que hacer para salvarse? Menos ritos y más práctica cristiana.  Escuchemos con atención qué han decidido el Espíritu Santo y los apóstoles.

Primera Lectura Hechos de los Apóstoles 15,1-2. 22-29.

Lectura de los Hechos de los Apóstoles

En aquellos días, unos que bajaban de Judea se pusieron a enseñar a los hermanos que, si no se circuncidaban como manda la ley de Moisés, no podían salvarse. Esto provocó un altercado y una violenta discusión con Pablo y Bernabé; y se decidió que Pablo, Bernabé y algunos más subieran a Jerusalén a consultar a los Apóstoles y presbíteros sobre la controversia.

Los Apóstoles y los presbíteros con toda la Iglesia acordaron entonces elegir algunos de ellos y mandarlos a Antioquía con Pablo y Bernabé. Eligieron a Judas Barsabá y a Silas, miembros eminentes de la comunidad, y les entregaron esta carta:

«Los Apóstoles, los presbíteros y los hermanos saludan a los hermanos de Antioquía, Siria y Cilicia convertidos del paganismo.

Nos hemos enterado de que algunos de aquí, sin encargo nuestro, los han alarmado e inquietado con sus palabras. Hemos decidido por unanimidad elegir algunos y enviarlos con nuestros queridos Bernabé y Pablo, que han dedicado su vida a la causa de nuestro Señor. En vista de esto mandamos a Silas y a Judas, que les referirán de palabra lo que sigue: Hemos decidido, el Espíritu Santo y nosotros, no imponerles más cargas que las indispensables: que no se contaminen con la idolatría, que no coman sangre ni animales estrangulados y que se abstengan de los matrimonios prohibidos.

Harán bien en apartarse de todo esto. Salud.»

Palabra de Dios

Salmo Responsorial Sal 66,2-3. 5. 6 y 8 

Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben

El Señor tenga piedad y nos bendiga,
ilumine su rostro sobre nosotros;
conozca la tierra tus caminos,
todos los pueblos tu salvación. 

Que canten de alegría las naciones,
porque riges el mundo con justicia,
riges los pueblos con rectitud,
y gobiernas las naciones de la tierra. 

Oh Dios, que te alaben los pueblos,
que todos los pueblos te alaben.
Que Dios nos bendiga; que le teman
hasta los confines del orbe.

MONICIÓN SEGUNDA LECTURA  (Apocalipsis 21,10-14.22-23)

En la Iglesia que baja del cielo ya no hay ningún templo. Toda y cada persona que ama a Jesús y cumple su palabra, esa persona hospeda a Dios, esa persona es templo vivo de Dios, esa persona es la Jerusalén celeste.  Escuchemos.

Segunda Lectura Apocalipsis 21,10-14. 22-23.

Lectura del Libro del Apocalipsis 

El ángel me transportó en espíritu a un monte altísimo y me enseñó la ciudad santa, Jerusalén, 

que bajaba del cielo, enviada por Dios, 

trayendo la gloria de Dios. 

Brillaba como una piedra preciosa, 

como jaspe traslúcido. 

Tenía una muralla grande y alta 

y doce puertas custodiadas por doce ángeles, 

con doce nombres grabados: 

los nombres de las tribus de Israel. 

A oriente tres puertas, 

al norte tres puertas, 

al sur tres puertas, 

y a occidente tres puertas. 

El muro tenia doce cimientos, que llevaban doce nombres: 

los nombres de los Apóstoles del Cordero. 

Templo no vi ninguno, 

porque es su templo el Señor Dios Todopoderoso 

y el Cordero.

La ciudad no necesita sol ni luna que la alumbre, porque la gloria de Dios la ilumina 

y su lámpara es el Cordero. 

Palabra de Dios

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MONICIÓN EVANGELIO  (Juan 14,23-29)

Los apóstoles hubieran querido retener por siempre a su Maestro. Pero Jesús, a punto de irse al Padre, lleno de alegría les regala su paz, les promete el Espíritu Santo y promete que el mismísimo Padre vendrá a vivir en ellos. Abramos los oídos, la mente y el corazón, y pongámonos de pie para escuchar esta Buena Noticia.

Evangelio según San Juan 14,23-29.

+ Proclamación del santo Evangelio según San Juan 

En aquel tiempo, dijo Jesús a sus discípulos:

El que me ama guardará mi palabra y mi Padre lo amará, y vendremos a él y haremos morada en él.

El que no me ama no guardará mis palabras. Y la palabra que están oyendo no es mía, sino del Padre que me envió.

Les he hablado ahora que estoy al lado de ustedes; pero el Consolador, el Espíritu Santo, que enviará el Padre en mi nombre, será quien les  enseñe todo y les vaya recordando todo lo que les he dicho. 

La Paz les dejo, mi paz les doy: No se la doy como la da el mundo. Que no tiemble su corazón ni se acobarde. Me han oído decir: «Me voy y vuelvo al lado de ustedes.» Si me amaran se alegrarían de que vaya al Padre, porque el Padre es más que yo. Se lo he dicho ahora, antes de que suceda, para que cuando suceda, ustedes sigan creyendo.

¿Cuál fue el evangelio del 22 de mayo del 2022?

Evangelio del Día La palabra que están oyendo no es mía, sino del Padre, que me envió. Les he hablado de esto ahora que estoy con ustedes; pero el Paráclito, el Espíritu Santo que mi Padre les enviará en mi nombre, les enseñará todas las cosas y les recordará todo cuanto yo les he dicho.

¿Cuál es la lectura de este domingo?

PRIMERA LECTURA ¡Regocíjense el desierto y la tierra reseca, alégrese y florezca la estepa! ¡Sí, florezca como el narciso, que se alegre y prorrumpa en cantos de júbilo! Le ha sido dada la gloria del Líbano, el esplendor del Carmelo y del Sarón. Ellos verán la gloria del Señor, el esplendor de nuestro Dios.

¿Cuál es la segunda lectura de la Misa?

Normalmente, la segunda lectura viene de una de las cartas de san Pablo o de los otros apóstoles. Estas cartas son instrucciones que estos primeros líderes de la Iglesia dirigieron a la comunidad de creyentes, animándoles a vivir su fe y a comportarse de acuerdo a su llamada cristiana.

¿Cuál es la lectura del Evangelio de hoy?

«En verdad os digo que los publicanos y las prostitutas van por delante de vosotros en el reino de Dios. Porque vino Juan a vosotros enseñándoos el camino de la justicia y no le creísteis; en cambio, los publicanos y prostitutas le creyeron. Y, aun después de ver esto, vosotros no os arrepentisteis ni le creísteis».